tuvo paciencia y venció a Perú en el Sub-20 mujeril

La vencimiento deja al equipo dirigido por Carlos Paniagua con tres puntos en el hexagonal final, pero por detrás de Brasil y Paraguay, que vencieron más temprano a Argentina y Venezuela, respectivamente, por el mismo tanteador, 2-0. 

Colombia tuvo que sufrir a lo abundante del partido contra dos problemas: la desatiendo de definición y un equipo que le apostó todo a la defensa, se metió antes y complicó a un equipo que no tuvo la misma fluidez de partidos y anteriores.

Con todo y eso, la Selección Sub-20 femenina generó cinco opciones claras de gol, hizo figura a la portera peruana, Lucía Arcos, y mereció la vencimiento en un partido que comenzó muy, muy tarde, 9:45 de la tenebrosidad, adecuado a retrasos en la programación por una tormenta eléctrica que afectó el estadio Maniquí Alberto Spencer, de Guayaquil.

Incluso, el primer partido de la programación, el clásico suramericano entre Argentina y Brasil, tuvo que ser interrumpido porque los rayos generaban peligro para las jugadoras.

El segundo tiempo fue un monólogo colombiano: Karla Viancha estrelló una pelota en el palo poco luego del comienzo, Cristina Motta se perdió uno clarísimo de frente al portería, Gabriela Rodríguez todavía tuvo su opción, pero la lanzó por fuera, y Stefanía Perlaza volvió a apuntarle al palo.

La chiquillada esencia del partido llegó en el minuto 78. Mientras las jugadoras de Colombia reclamaban que un balón había entrado a la meta y la portera Arcos la sacaba de la guión, el VAR, a cargo del ecuatoriano Jefferson Macías, detectó una mano de la delantera Sashenka Porras.

Luego de ver la chiquillada en la pantalla, la árbitra, la boliviana Alejandra Quisbert, sancionó el penalti. Mary José Álvarez, la capitana del equipo, se paró frente a la pelota, cobró con fuerza y al centro y, por fin, Colombia tenía la preeminencia que merecía desde temprano.

«Se tuvo la paciencia. Lo que identifica a Colombia es la resiliencia y hoy se tuvo», dijo la autora del gol.

Perú no tenía reacción. En el segundo tiempo, no tuvo ni un remate al portería. Lo más cerca que estuvo de anotar fue en la primera etapa, en la que la portera Luisa Agudelo evitó un gol orgulloso.

Las colombianas reclamaron un segundo penalti, por desatiendo de Trofeo Ochoa a Yesica Muñoz, que acababa de entrar a la cancha. De nuevo, hubo trabajo en la cabina del videoarbitraje, pero esta vez no consideraron que hubiera infracción.
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​Colombia volverá a la cancha el viernes en rebusca de una nueva vencimiento, contra Venezuela. Cerca de rememorar que el equipo ya está clasificado al Mundial como país catalogador, por lo cual, menos de darle rodaje a la sueldo, la meta es el título. El aparición es confortante. 

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