Carlos Alcaraz logró su primer título de Roland Garros y su tercer ‘espacioso, al remontar en la final contra el teutón Alexander Zverev, a quien derrotó 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2 en un placer que duró cuatro horas y 19 minutos.
“Normalmente yo no tengo calambres en los partidos, pero contra Carlos es diferente, la intensidad que impone es superior. Tendré que prepararme para eso en el futuro. Creo que he jugado bien, pero que he dejado escapar oportunidades”, dijo Zverev.
De no creer
Y agregó: “La intensidad de su tenis es increíble, con respecto a otros rivales. Estoy convencido de que puede mantenerla hasta el quinto set. Yo en ese momento ya no le pegaba tan fuerte. Tengo que ver qué puedo hacer para llegar al mismo nivel que él”.
El atleta lamentó la deshonor polémica en el botellín tiempo del placer. “Es frustrante, pero es así, los árbitros se equivocan, son humanos. Sería mejor que se evitaran estos errores”, declaró.
“Con 2-1 Alcaraz en el quinto set, sirviendo con 15-40, dos bolas de break en contra, Lichtenstein corrigió a un juez de línea que cantó malo el segundo saque del español. El árbitro bajó de la silla, comprobando el bote junto a Zverev, que se desesperaba viendo que el árbitro mantenía su corrección, evitaba la doble falta del murciano, el ‘break’. Se repitió el punto, lo ganó Alcaraz, que salvó su saque y se puso arriba 3-1. Acabó ganando 6-2. Rotundo”, comentó el diario Mundo Deportivo.
“Hay una diferencia si estás abajo 3-1 en el quinto set o recuperas al 2-2. Es decisiva. Al final es frustrante, pero es lo que hay y los árbitros también cometen errores. Son humanos. Aunque todos desearíamos que no hubiera errores en esas situaciones”, comentó Zverev.