Cristiano Ronaldo es un futbolista acostumbrado a la vencimiento, a cobrar y hacer goles, a celebrarlos. Desde que llegó al fútbol de Arabia ha tenido momentos dulces y amargos, pero el que acaba de estar, con una dolorosa derrota, derrumbó al futbolista portugués.
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El deportista nacido en Madeira ganó esta temporada la Copa Árabe de Campeones, llegó a los cuartos de final de la Unión de Campeones Asiática y terminó en segunda posición el campeonato liguero. En el clausura de la temporada perdió la final de la Copa del Rey del país oriental, frente Al-Hilal.
El partido terminó empatado 1-1 en los 90 minutos y la prórroga y se definió el propagación de tiros penaltis. Ronaldo ejecutó el segundo cobro de su equipo y no falló.
Sin incautación, tres de sus compañeros sí fallaron sus disparos y por eso el Al-Hilal se impuso en la serie 5-4.
Las lágrimas de Ronaldo
La imagen que le da la envés al mundo es la de Cristiano Ronaldo desconsolado, tirado en el pasto del estadio llorando por esta final perdida.
No es habitual ver a CR7 destrozado tras un resultado, al menos no tan triste, pero sus lágrimas manifiestan su sensación al no poder coronar este título.
De todos modos, gran goleador
Cristiano Ronaldo se convirtió en el primer futbolista que ha conseguido ser el mayor goleador de la primera división de cuatro ligas diferentes: LaLiga, Premier League, Serie A y Saudi Pro League tras consumir en primera posición en la tabla de goleadores de la mezcla de Arabia Saudí
El portugués, a sus 39 primaveras, ha conseguido cerrar la temporada liguera con 35 goles en 31 partidos con cuatro ‘hat-tricks’, cinco dobletes, el posterior el pasado lunes frente el Al-Ittihad en la última época, y solo completar nueve partidos sin marcar, lo que le ha permitido aventajar en siete goles al serbio Aleksandar Mitrovic, del Al-Hilal que se proclamó campeón.
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